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¿Cómo no castrar a tu adolescente?


Si hay algo importante en la vida de un adolescente es la presencia de la energía masculina: si quieres que tu hijo crezca en equilibrio necesitas confiar en el hombre que escogiste para ser su padre de tu hijo.

¿Confías en el padre de tus hijos?

Para las mamás, a partir de los siete años del hijo, su trabajo ha terminado, a esa edad es necesario soltarlos y que sea el padre quien supervise y esté al pendiente de los niños. ¡¡¡No te asustes!!! No estoy diciendo que hagas tus maletas y te vayas de la casa (a veces dan ganas, ¿verdad?); lo que te estoy diciendo es que necesitas soltar el control y adoptar el nuevo cargo de MAMÁ CONSULTORA, en donde pasarás información detallada e indispensable a tu pareja de lo que ocurre con sus hijos para que él esté mucho más al pendiente de lo que ocurre y sea él (y nadie más), la figura que predomine en tu casa.

Así es que, si sigues siendo la madre que otorga la seguridad social, más vale que te cortes las alas, porque lo único que lograrás es educar a tus hijos con una gran carencia emocional, pues estás quitándoles el 50 % de la energía que necesitan recibir de su padre, y si no lo haces sólo los castrarás. Obviamente no en el sentido literal de la palabra “castración”, se le dice así porque les estás quitando y privando de una herramienta primordial de su vida: el padre.

¿Qué es y qué hace una madre castrante?

Pues aquí vamos pon mucha atención:

Una madre castrante es aquella que de manera inconsciente anula la autoridad del padre y ejerce una influencia negativa sobre la educación de sus hijos.

¿Cómo lo hacen?

  • Suelen ser contemplativas, generosas, dadivosas, amables, serviciales, con espíritu de sacrificio, son las madres que viven por y para los hijos, se sobre responsabilizan, siendo madre de ellos para toda la vida.

  • Este tipo de madre genera en los hijos unos lazos afectivos (cordón umbilical) muy difíciles de cortar, de manera que el desarrollo psicoemocional de los mismos se retrasa porque se produce una fijación del amor y del deseo hacia la madre, provocando un rechazo inconsciente hacia toda mujer u hombre del mundo exterior.

¡¡¡Ahhhh pero eso no es todo!!!!

¿Quieres saber cómo será la personalidad de tu hijo?, sigue leyendo (no te detengas por más miedo que sientas):

  • La persona que está castrada por su madre presenta las siguientes características:

  • Temor, inseguridad, dependencia emocional y económica, criticar las conductas de la pareja y tener una conducta sobre protectora con ella, dificultad en marcar y sostener límites, falta de estrategias de comunicación, sentimientos marcados de temor al abandono, sentimientos de angustia, conductas intolerantes ante la dinámica de la pareja, miedos, disfunciones en la conducta sexual (mujeres que están tan controladas que incluso les cuesta trabajo tener un orgasmo porque no se sueltan a la experiencia), cuenta con problemas de adaptación en el trabajo y la universidad, incapacidad para tomar decisiones propias: no tiene metas.

Y no quiero ser ave de mal agüero pero si esto llega a suceder, pronto lo tendrás de regreso en tu casa una vez que se haya ido

¡¡¡Calma, calma: que no panda el cúnico!!!, te voy a explicar qué necesitamos para que esto no ocurra.

La energía masculina aporta características como las siguientes:

Fuerza, autoridad, identidad, entusiasmo, autoridad moral, seguridad, confianza. El padre afirma en el hijo que puede con la vida, cuando dice que algo se puede hacer, ¡se puede hacer!

Ok, ya vimos qué importante es crecer con esta energía, ¿ verdad?

¿Pues qué crees? Las mujeres muchas veces no permitimos que esta energía masculina tan maravillosa llegue a nuestros hijos porque nosotras nos apropiamos de sus vidas: al no tener un proyecto de vida individual, queremos todo el control y empezamos por castrar al PADRE DE NUESTROS HIJOS.

Me refiero a los padres o varones que simbólicamente han perdido su masculinidad, su virilidad, y se han convertido en personas socialmente impotentes frente a las esposas, las catalogan de gritonas, mal humoradas, insaciables, controladoras y vengativas con un “nada es suficiente” .

  • Ser madre es un verdadero privilegio, pero el sobreproteger a los hijos hasta tal punto de asfixiarlos psicológicamente es conducirlos a una vida que genera en los hijos infelicidad y los vuelve inmaduros. Convirtiéndose así en unos eternos adolescentes y generando en ellos un sentimiento de culpa muy fuerte y sin saberlo castran en ellos el sentido de libertad, ya que siempre estará la voz interna de la madre hablando por ellos.

  • La madre dominante que limita la libertad de acción y de pensamiento de sus hijos, en especial con los varones, le ocasiona secuelas psicológicas que muchas veces son irreversibles. Estas mamás suelen ser maduras y de aspecto severo.

  • Es complejo el mundo de la madre. Tanto es así que la mayoría de los trastornos mentales tienen que ver con madres excesivamente protectoras y padres prácticamente anulados por una mamá posesiva.

¡Ahora bien pongamos en marcha la solución!

Si quieres ser mirada, amada, valorada y tomada en cuenta:

Tienes que estar muy consciente de tus acciones y de tus palabras porque normalmente lo hacemos inconscientemente: tenemos que empezar por tratar diferente al padre de nuestros hijos.

  • No lo compares con otros hombres: eso no lo motiva, solo lo hace sentir menos hombre y tú empezaras a verlo así como lo has creado. Si es el hombre con el que estás haciendo pareja, no lo hagas sentir mal.

  • No lo menosprecies haciendo ojos de huevo cocido o burlándote de sus opiniones, sobre todo en frente de tus hijos y tus amigos: lo que un hombre hace es cerrar su corazón y solo alejarse de ti.

Ejemplo:

¿Qué? ¿Ya vas a hablar de lo mismo, que no tienes otro tema de conversación? El esposo de Laura sí que habla de cosas interesantes.

Ves, tu no sabes tratar a los adolescentes eres un insensible.

¡Es que de veras! No hay hombres: todos son unos pendejos.

  • Otra forma en la que los castramos es haciéndoles saber que no son necesarios, que nosotras podemos perfectamente sin ellos ¿si es así entonces para qué los queremos en nuestras vidas? ¿Qué es lo que un hombre trae a la relación?

  • Un hombre quiere estar con una mujer que los haga sentir hombre.

“La mujer se rinde ante lo masculino del hombre, porque solo de esta menara, el hombre se pone al servicio de lo femenino de la mujer”…

A tus hijos:

  • Déjalos ser, no les resuelvas la vida, no se los des todo.

  • Deja que asuman las consecuencias de sus actos.

  • Confía en ellos.

  • Deja que se equivoquen.

  • Fomenta el sentido de logro.

Y tú, ¡¡¡ármate una vida!!!

Si buscas más información o contarme algunas de tus experiencias, no dudes en escribirme a contacto@anaarizti.com

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